NUESTRA SEÑORA DEL ENCUENTRO CON DIOS

FIN DE LA CRUZADA
Promueve la exaltación de María como Mediadora Maternal de todas las gracias y la conversión de las almas mediante la Consagración a Nuestra Señora del Encuentro con Dios.
Hay dos formas de serlo:
“Cruzados del Santo Rosario”, son las personas, niños o adultos, que hacen a la Virgen el propósito de rezar el Santo Rosario por un tiempo determinado, que podrá ser por uno, tres o seis meses, un año o de por vida.
“Pequeños Cruzados”, son las personas, niños o adultos, que hacen a la virgen el propósito de rezar todos los días la devoción de las Tres Avemarías por un tiempo determinado, que podrá ser por uno, tres o seis meses, un año, o de por vida.
Todos los Cruzados llevarán la medalla de la Virgen del Encuentro con Dios.
Además deberán ofrecer sus oraciones por estas tres intenciones:
1. Por las intenciones generales del Santo Padre, en especial las indicadas en su Carta Apostólica: Oración por la Paz y la Familia.
2. Por las intenciones de todos los Cruzados para compartir, en virtud del Cuerpo Místico de Cristo, los bienes espirituales que cada uno alcanza en la oración.
3. Por las vocaciones sacerdotales, religiosas y laicales en la iglesia.
4 . Por las intenciones de la Promotora de la Cruzada, “Asociación Católica Unión Lumen Dei”.
La Cruzada Mariana se adhiere a la invitación mariana que hizo el Papa Juan Pablo II al promulgar la Carta Apostólica “Rosarium Virginis Mariae” en Octubre del 2002
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